La «curación de contenidos» que como los « community manager » nacieron en el mundo de la empresa desde bien pronto fueron aplicados a los ámbitos socieducativos y culturales. Las gentes de teatro y educación somos cada vez más conscientes que Internet, los ‘social media’ o medios de comunicación social y las técnicas de micromecenazgo cultural constituyen una estrategia óptima para « romper la quinta pared » y tender puentes entre el mundo de las artes y los potenciales usuarios de la cultura. Los curadores de contenido son conscientes que no necesitan saberlo todo sobre su área de conocimiento pero sí saber buscar la información pertinente, seleccionarla, añadirle valor y compartirla en las redes. Esta labor la podríamos definir como:
– “Un Content Curator, un Intermediario crítico del conocimiento, es alguien que busca, agrupa y comparte de forma continua (recordemos la real time web que vivimos) lo más relevante (separa el grano de la paja) en su ámbito de especialización”. Dolors Reig (2010).
– Curation es la actividad que llevan a cabo personas apasionadas por un área de contenido, consistente en encontrar, contextualizar y organizar información. Proporcionan una constante actualización de aquello que es interesante, está pasando, y es cool en su foco de interés. Tienen un punto de vista personal y coherente, y proporcionan un contexto fiable al contenido que descubren y organizan”. Steven Rosenbaum (2012)
Cada vez más nos encontramos con teatreros cibernautas que saben sacarle provecho a la red para mantener vivos los proyectos que crean y persuadir a nuevos públicos. Estos teatreros con los instrumentos de la Web 2.0 son « prosumidores », es decir, usuarios de la red que no se limitan a consumir contenidos sino que saben cómo crearlos y lo que es más importante cómo compartirlos y comunicarlos para lo cual se inspiran en los principios básicos de curación de contenidos y aplican algunas de las estrategias siguientes:
- Promueven el carácter colaborativo para la creación de contenidos en red, en el que la figura del autor o director se ciñe a ser quien impulse la línea de pensamiento que al final se elabora entre todos los participantes.
- Asumen que han desaparecido las fronteras entre el trabajo profesional y las aportaciones amateurs tanto en la crítica teatral, en la interpretación actoral, como en la creación de textos. En la web tan importante es el conocimiento profundo que tengamos del tema que tratemos como el saber ponerlo en circulación.
- Aparecen las figuras de los superusuarios de la red o «residentes digitales» que saben crear una comunidad de lectores, escritores y usuarios de las propuestas culturales que divulgan de manera viral ya que la han adquirido como un liderazgo natural por sus servicios a una comunidad específica en este caso a los amantes del teatro.
- Utilizan el etiquetado social (marcadores socials, tags o etiquetas en blogs y webs, hashtags en twitter, etc.) para dar a conocer sus preferencias estéticas o proyectos que consideran relevantes.
A continuación os ponemos algunos ejemplos de críticas teatrales en red y su repercusión en los usuarios:
- #tuiteatreros : que también utilizan hashtags como #teatroentwitter; #teatro; #teatroenlaeducacion; #TeatreAlesAules; #TallerdeDramatización; etc.
- #teatroblogs : desde hace tiempo hemos impulsado una « blogosfera teatral » que contribuya a la visibilización de los proyectos teatrales emergentes y que tienen en cuenta la vertiente educativa.
- #postfunció : una muy buena manera de compartir las críticas de espectáculos y compartir entre iguales que hace poco ha creado una versión valenciana #postfuncióVLC.
Y ahora os preguntaréis que ¿por dónde empezar? porque, a poco que hayáis navegado por el mundo del teatro en el ciberespacio habréis comprobado la infinidad de fórmulas para intentar captar la atención del público potencial. De entrada os propondríamos de armar bien vuestro proyecto teatral como hecho comunicativo y a continuación que intentéis definir una «identidad digital» coherente para este proyecto. Para que esta identidad digital sea efectiva será importante que analicéis las características de los instrumentos de la Web 2.0 que vayáis a utilizar, es decir, que sean accesibles y prácticos, colaborativos, sociales, multidireccionales, interactivos -que se puedan dejar comentarios, navegables, espacios flexibles con posibilidades de transformación (no hay nada más poco sugerente que una página estática), que se pueda remezclar, rehacer y compartir con facilidad y sobre todo con posibilidad de sindicación de contenidos.
El siguiente paso para que nuestro proyecto teatral funcione en las redes consistirá en poner nuestro potencial creativo al servicio de la idea. Exactamente igual como un director de escena piensa en todos los signos teatrales, se asesora con un buen dramaturgo y confia en el saber hacer de escenógrafos, diseñadores de vestuario, creadores de espacios lumínicos o en un buen atrezzista, aquellos que queráis orquestar una buena campaña de difusión en las redes deberéis colaborar con especialistas que os ayuden a crear multimedias sociales que ayuden a que el mensaje llegue al público. Par ello os ponemos algunos referentes (hay muchos más pero estos son los más sociales) que estamos utilizando para el Máster en Teatro Aplicado:
Este pequeño listado es solo a título ilustrativo porque Internet está en continua evolución y los usuarios más jóvenes han aprendido a fluir por la red («Be water my friend«) y a no engancharse a ningún recurso que no responda a las necesidades de cada momento. Con todo, no cabe olvidar que las tecnologías no son nada si no nos sirven para conectar con las personas, pues lo dicho…
… NOS VEMOS EN LOS TEATROS.
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