Máster en Teatro Aplicado
Desde las dos últimas décadas del pasado siglo, empieza a utilizarse en el ámbito anglosajón el término teatro aplicado para referirse al uso del teatro en otros escenarios y con otras finalidades distintas a las del teatro convencional. Y estos otros escenarios van desde espacios físicos como centros educativos, asociaciones de vecinos, centros penitenciarios, dentro culturales, centros sanitarios, asociaciones de profesionales, ONGs, museos, residencias de ancianos, hospitales, empresas, etc. ) hasta otros inmateriales como el cuerpo, la imaginación y el deseo. Este teatro, diferente, no se hace solo con la intención de comunicar un mensaje con un formato estéticamente bien elaborado, sino que su foco está dirigido a ayudar a individuos o colectivos (sociedades u organizaciones) con carencias en alguna dimensión personal o social, vivida como privación y concretada en insatisfacción, exclusión, marginación u opresión.
Para desarrollar proyectos de intervención en ámbitos tan diferentes se requiere de un profesional -bien sea llamado actor, performer (en el sentido de intérprete o artista), facilitador (persona que se desempeña como instructor u orientador en una actividad), dinamizador, animador, coordinador, moderador o co-creador, artista asistente, artista enseñante – que tenga una formación transversal y sea capaz de trabajar con equipos multidisciplinares. Profesional que las actuales Escuelas Superiores de Arte Dramático, Facultades de Psicología o Educación no forman.
La historia del teatro transcurre paralela al desarrollo de la humanidad dado el carácter representacional de la existencia humana. Pero el Teatro Aplicado (TA) es un campo relativamente nuevo y todavía en desarrollo en el que se reúne una amplia gama de actividades dramáticas llevadas a cabo por diversos profesionales, grupos y organismos. El conocimiento, control y uso de los recursos dramáticos tiene una gran utilidad para un amplio abanico de profesionales, especialmente aquellos cuyo trabajo se focaliza en la intervención social, educativa, psicológica y organizacional. Para estos profesionales será especialmente beneficioso profundizar en el conocimiento y dominio de los recursos teatrales y dramáticos y su influencia en el desarrollo personal y grupal.
El TA traslada su acción desde los escenarios convencionales a entornos educativos, de acción social, terapéuticos, institucionales, organizativos. Los profesionales de la intervención educativa, social, psicológica y organizacional pueden beneficiarse del dominio de los recursos del teatro aplicado a partir del conocimiento, uso y canalización del poderoso efecto de la creatividad sobre el desarrollo individual y grupal. La creatividad es un potencial personal por el que las personas aprenden a buscar soluciones a los problemas y retos que aparecen en su vida cotidiana, entendiendo como problema todas aquellas situaciones susceptibles de ser mejoradas.
Saber convertir cualquier entorno en un espacio teatral y canalizar el potencial para el cambio que brinda la creatividad a través de experiencias de dramatización es la principal habilidad a desarrollar por los profesionales del teatro aplicado. Todos ellos, sea cual sea el entorno en el que trabajen, comparten la convicción en el poder que tiene el teatro de ir más allá de su mera forma estética.
El profesional del TA es un profesional multidisciplinar, que debe saber sobre teatro y sobre cómo hacer teatro, pero también estar formado en psicología, sociología y dominar los principios del proceso de enseñanza-aprendizaje.
La convicción acerca de la utilidad de los recursos teatrales no es nueva, sobre todo fuera de nuestras fronteras, donde existen múltiples ejemplos de experiencias de formación basadas en el teatro aplicado. Por ejemplo, la Central School of Speech and Drama de la Universidad de Londres, Reino Unido, define el TA como «intervención, comunicación, desarrollo, empoderamiento y expresión cuando se trabaja con los individuos o en comunidades específicas». Es importante observar en esta declaración la referencia al trabajo con personas, ya que en muchos enfoques de investigadores del TA solo es considerado como forma de trabajo social realizado por trabajadores de la cultura. Este prestigioso centro universitario ofrece el programa de máster «Applied Theatre (Drama in the Community and Drama Education)».
La publicación periódica Applied Theatre Research, al concretar su línea editorial está acotando a su vez el campo del TA. Esta revista internacional online se centra en
«las prácticas dramáticas con participantes o grupos específicos de clientes en una variedad de contextos sociales, tales como: el drama y el teatro en la educación, el teatro para el desarrollo, el teatro en ámbitos terapéuticos, el teatro en los negocios, el teatro en el debate político y la acción social, el teatro en la educación permanente, el teatro en las cárceles, el teatro en la educación para la salud y la toma de conciencia, el teatro en el cuidado de ancianos, el teatro en los hospitales y el teatro juvenil».
En nuestro país no existe ningún programa que abarque los cuatro grandes ámbitos de intervención del teatro aplicado: a) el de la educación formal, esto es, centrado en el espacio curricular y extracurricular; b) el del cambio social, de la participación y del empoderamiento tanto de los individuos como de las comunidades; esto es, el espacio de las estrategias dramáticas como intervención sociopolítica; c) el del cambio personal y de los colectivos enfocado hacia la prevención, la curación o la rehabilitación: el espacio de las estrategias dramáticas en psicoterapia como aprendizaje socioemocional; d) el del cambio corporativo y el de la formación dentro de la empresa: el territorio de las estrategias dramáticas para el aprendizaje y la mejora profesional (véase figura siguiente).